miércoles, noviembre 30, 2005

The thing that shoud be


Dado que si acepto el nivel de calidad que me suelo autoimponer en mis dibujos -sumado al hecho de que no me manejo todavía bien con la paleta del PC- publicaría una tira cada venticinco años he decidido que, hasta que encuentre un estílo propio con el infernal lápiz electrónico, voy a publicar tiras de poca calidad. Puede que hasta suprima el color. La última hace referencia un fallo que puede ver cualquiera que se fije bastante en una foto de Condemned: Criminal Origins, cualquiera que vea un vídeo del mismo y cualquier ciego que se haya bajado los de trece minutos de juego que hay colgados en Vida Extra. La verdad es que además parece que da tirones, pero claro, a eso ya estamos acostumbrados los usuarios de PS2 y PCs reguleros. De todas formas es imperdonable porque ya el Metal Gear Solid 2 -hace unos cinco años- tenía un motor de sombras generada por la linterna del protagonista, y el motor de F.E.A.R. no es que digamos el del Unreal Tournament 2007 como para no poder haber solventado esa carencia, sobre todo en una máquina tan potente como la 360. Pero -alargar la "e" al leer-, tenía que estar en el lanzamiento.

Condemned by Time

Haz click para agrandar.

lunes, noviembre 14, 2005

Hype, hype... ¡Hurra!


Shenmue III nunca verá la luz. Me estuve riendo cosa de treinta minutos. En serio. Todos los seguidores de la mayor violadora de títulos –incluido Yeah- se quedaron sin habla. Y es que eso es lo que tienen los hypes. Que lo mismo te sirven para fidelizar a alguien con tu producto, aunque no alcance las promesas –los seres humanos tendemos a sentir cariño por aquello que llevamos tiempo siguiendo-, que lo mismo te topas con un quisquilloso que acaba sintiendo cierto resentimiento hacia tu compañía. Sega y Microsoft podrían escribir un manual ilustrado sobre eso (“mientras nosotros sacábamos el MegaCD Microsoft preparaba su Windows 95… eran buenos tiempos…”). Pero es que se siente uno tan bien con los hypes…

Hypeemos un poco, que todas las compañías nos están invitando, con las fibras ópticas abiertas a modo de saludo, a que nos creamos grandes expectativas sobre nuestras consolas. La 360 no será un fracaso, la marca PlayStation sucumbirá ante el competitivo precio de su pack de poca monta, claro que la mayoría adquirirá el otro. Los japoneses, a pesar de que sólo muestran interés por el DOA4 –porque es un producto nacional- y que no le han hecho ni puto caso al multimillonario proyecto del creador de la saga Final Fantasy –con diseños del creador de Vagabond y música del aclamado Nobuo Utematsu-, comprarán la consola por toneladas. No es que se la vayan a comprar los mismos freaks que lo hicieron la primera vez. Esta vez el servicio Live! atraerá a todos los casuals que no saben ni lo que es un cable coaxial. La consola no vivirá cuatro sino cuarenta años y no vivirá de porteos de FPS de PC, sino de miles de millones de juegos originales. Y cuando saquen televisores mejores y Sony pierda la batalla del nuevo formato de video sacarán una versión con HD-DVD y una tarjeta gráfica que soporte tasas de refresco superiores a noventa hérzios, pero sin puñaladas como la otra vez, entregando la vieja la nueva versión llamada Xbox 366.6 te costará una miseria, con lo que te mantendrás al día a la espera de que salga la nueva Xbox 720, que manejará hasta cuatro polígonos más que la 366.6 y será retrocompatible porque seguirá usando HD-DVDs claro.

Pero que decir de la PlayStation 3. La magnífica gestión de quien se sabe en la cima un mercado tan inmovilista como el de los videojuegos hace que dejarse cuatrocientas o más de las monedas mas revaluadas del mundo sea la compra más tranquila de la historia. No van a perder un ápice de mercado. Nada. Su estrategia de hacer esperar a según que mercados no hará más que incrementar la expectación –y si al final no lleva codificación por territorio la importación-. Era cuestión de repetir la fórmula. Antes iba la cosa bien porque sin ser la más potente, tenía los mejores juegos. Ahora no sólo tendrá las continuaciones de las continuaciones de esos juegos –¡santo cielo! No puedo esperar a ver el depuradísimo guión de Devil May Cry 4, ¡olvidaos de un DMC con mejores gráficos!- sino que serán los que mejor se vean. ¡Hasta dos polígonos más que los que muestre la competencia! Con eso bastará. Eso y ciento veinte frames por segundo. Casi iguales que los sesenta de los de mi Play 2. Porque ¿para qué dejarse el dinero en hacer una máquina claramente superior? Perder dinero si, pero poco, que no se sabe. Igual si sale una PS3 con dos Cell de cerebro una tarjeta gráfica de 512 Megas y toda la memoria tipo XDR, la gente va y no se la compra. Y entonces nos la comemos como se comió Microsoft su disco duro. Así que esta claro ¿no? Un poco de potencia y lanzamiento escalonado con hasta un año y medio de retraso. Con un par, que son descendientes de kamikazes. Todo sea por poder tener al fin una consola que exigirá televisores de cerca de seis mil euros pero que no soportará los que saldrán en el lejano 2008. ¿Quién vive tanto con el corazón en la boca debido al novísimo Vision Gran Turismo? Y qué decir de ese mando que no se haya dicho ya. En esto, dicha sea la verdad, se parece mucho a sus competidoras. Los mandos de nueva generación de todas las consolas van a estar tirados de precio. Como ahora soportan doce cada una, los producen en masa. Entre eso y el nuevo público captado un mando no te subirá de los doce euros. Tirando a lo alto. Así que no te preocupes si ves a tu hermana pequeña jugando a Batgirl con tu mando inalámbrico Bluetooth con menos batería que una PSP a pilas. Si lo rompe, bajas al bazar de la esquina y te compras dos. Que tu también quieres jugar.

Pero llega la joya de la corona. La máquina que revolucionará al mundo con su –también half-price- mando estilo “no te asustes abuelo que es como el de la tele”. La Revolution, cuya mayor revolución será que su propia compañía no la deje tirada a los pocos meses para encargarse del lanzamiento mundial de la nueva Game Boy. Dicen que será la de menor potencia. Habladurías. ¿Y para qué tener potencia cuando puedes tener un mando que ofrece grandes posibilidades para los jugadores y para los fisioterapeutas especializados en el hombro y los tendones del brazo? Contando además con la ventaja del diseño. A todos nos gusta ese diseño de radio de coche ¡y de canto! Un alarde de originalidad eso de que se pueda poner vertical la consola oiga. Eso sí. Como es muy pequeña la pones en una base. Que total, para los veinte euros que valdrá, pues te la pillas, oyes. Ya estoy viendo el catálogo: Pokemon Revolution –el primero-, Mario Revolution, Mario Kart Revolution –no tiene funciones online, pero tiene la pantalla partida a cuatro, que es un clásico-, Luigi Revolution, Super Smash Revolution, Mario Golf Revolution, Castro Revolution y Metal Gear Solid 5: Revolution of the LaLiLuLeLo –en exclusividad durante tres mesazos antes de que salga con mejores gráficos en la aburridísima PS3-… ¡Mis preferidos! Y más y más títulos de las compañías que cegadas por las ventas de la consola no podrán dejar de sacarlos. Con la ventaja de que no tendremos que soportar los perniciosos títulos de contenido violento –una cosa es comerse una tortuga y vomitar su caparazón contra su congénere y otra bien diferente es tirotear a un matón de calle- u obsceno ya que la propia Nintendo se encargará de vetarlos por nosotros. Además podré conectar wi-fi todas las consolas que se le ocurra sacar a la Gran N durante la larguísima vida de la consola. Que culminará en el año 2012 como muy pronto con la anunciadísima salida de The Legend of Zelda: More of the Same. Titulazo. Nintendo va a coger el mercado por los machos y reclamará su posición perdida en la era post-Super Nintendo.

Con este panorama me dan ganas de sacar una consola que no tenga los fallos de las otras. Calculo que tendría el 30% del mercado sin despeinarse. Este iba a ser un artículo doble, pero qué se le va a hacer. Voy justo de tiempo. Y no quiero dejarlo que me conozco y luego no lo cuelgo. Por cierto, para los cuatro gatos que me leéis, si he tardado en actualizar es porque estaba haciéndome con la tableta digital –¡sí! ya la tengo-. Hubiese querido colgar antes de nada una tira cómica, pero la jodía se resiste. A ver si tardo menos la próxima vez -esto también es un hype-.