jueves, julio 14, 2005

Perro estúpido, me obligas a ser malo

Para los que no lo sepan, mi amigo Tetsuo y yo, haciendo guardia una noche nos encontramos con un perro muy mono al que habían abandonado. Se parecía al de más abajo, pero tenía la cola partida -seguramente por un coche a los que ahora trataba con prudencia- y una pegatina de plastico que el muy tonto no había acertado a desenganchar de su pata delantera izquierda. Claro que con lo cansado que estaba el pobre, seguramente debido a la desnutrición, a lo mejor no le importaba tanto andar por ahí con la pegatina. Eso sí, si le silvabas no tenía ningún problema en cruzar medio parque y cuatro carriles para que luego no le acariciases. Y no lo acariciabas porque estaba comido de mierda -literal-. Entre otras cosas por las evidentes diarrea que su pobre nutrición le habría acarreado. Le bauticé Chucho, porque es lo que parecía, y aunque se notaba que era una raza rara y que necesitaba de cuidados con lo andrajoso que iba el nombre le venía al pelo. Pues el caso es que he estado buscando y resulta que Chucho bién podría ser un raro espécimen de Poli, que aunque en la foto aparece de pelaje blanco, lo más normal es que sea negro. Así que Chucho, estés donde estés quiero que sepas que la culpa fué de Tetsuo, que no te dió la cena que le sobraba. ¿Que por qué escribo algo tan sentimental? Porque sé que a Tetsuo y a mi amiga Vanessa les da pena...
... ¡Mua ha ha ha ha ha!...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues he de decir, que no es culpa mía. Yo lo hubiera recogido si no es porque si entra otro animal en casa, me tengo que salir yo. No creo que esté muerto, seguramente estará merodeando con el otro perro negro, que parecía más espabilado que Chucho.

Unknown dijo...

Me gusta lo rápido que has pillado lo de los pseudónimos. Aunque no se como coño has firmado como tal. En fin a ver si hago una lista de nombres clave y la pongo en alguna parte.